Cáncer de cuello de útero

El cáncer de cuello de útero es el segundo más común en mujeres entre 15 y 44 años, y se ha observado que afecta a mujeres cada vez más jóvenes. Hoy en día las estadísticas de cáncer son cada vez más alarmantes y la única forma de prevenirlo es a través de chequeos médicos para conocer sobre esta enfermedad se entrevistó al especialista Dr. Stanley Alvarado Ginecólogo-Oncológo.

¿Qué es el cáncer de cuello de útero?

El cáncer consiste en una proliferación anómala de células, y en este caso dicha proliferación ocurre en el cérvix o cuello uterino. Aunque puede extenderse principalmente a la vagina, los sistemas de sujeción del útero, los ganglios linfáticos y el recto. Lo más normal era que apareciera en mayores de 54 años, pero se ha observado que en los últimos años afecta a mujeres cada vez más jóvenes.

Síntomas del cáncer de cuello de útero

Suele ser asintomático en los primeros momentos de la enfermedad, aparecen sangrados vaginales acíclicos (este rasgo la diferencia de una menstruación), indoloros y, con frecuencia, después del coito. Al comienzo se trata de pequeñas pérdidas que se van haciendo más abundantes de forma progresiva. Por otro lado, el flujo vaginal se torna de un color rosáceo como “agua de lavar carne”. Además, aparece dolor pélvico que se irradia hacia las piernas. Dolor al orinar, sangre en heces y en orina, estreñimiento, deseo continuo, doloroso e ineficaz de defecar u orinar.

En todo momento las manifestaciones principales de la enfermedad se acompañan de una serie de síntomas comunes a muchas otras enfermedades como: pérdida de apetito, pérdida de peso, cansancio y malestar general.

En estadios muy avanzados aparecen fístulas vesicales o rectales. Las fístulas son comunicaciones anormales entre órganos vecinos que no deberían estar presentes.

Factores de riesgo:

  • Edad: las mujeres mayores son más vulnerables a padecerlo. La edad media de aparición se encuentra entre los 35 y los 55 años.
  • Genética: es común que aparezca en mujeres cuyas madres también tuvieron cáncer de cuello uterino.
  • Tabaco y alcohol.
  • La incidencia es mayor en entornos de bajo nivel socioeconómico.
  • Edad precoz de la primera relación sexual.
  • Elevado número de parejas sexuales.
  • Padecer o haber padecido alguna enfermedad de transmisión sexual. En este grupo de riesgo es especialmente importante la infección por el virus del papiloma humano.
  • también pueden jugar un papel importante los anticonceptivos hormonales.
  • Es más común también en mujeres que han tenido hijos alguna vez que en aquellas que no han tenido hijos.
  • ¿Cómo se diagnostica?

    Una citología rutinaria en la consulta ginecológica. De este modo se puede evaluar a una gran mayoría de la población de riesgo, y es posible detectar el cáncer de útero en estadios muy iniciales.

    Por una colposcopia se realiza cuando la citología ha sido positiva, o cuando se observa a simple vista alguna anomalía cervical. Esta prueba es una exploración meramente visual en la que se emplea un instrumento provisto de luz y un sistema de bases de aumento.

    La Biopsia Se toma un pedazo de la lesión para su estudio en el laboratorio. Con ello se determina el tipo específico de célula que compone el tumor; de este modo se podrá ofrecer el mejor tratamiento posible.

    ¿Cuáles son los tratamientos para este tipo de cáncer?

    En función del grado de cáncer de útero del paciente, se disponen de varias opciones de tratamiento (quimioterapia, radioterapia y distintos tipos de cirugía), que será seleccionado por el oncólogo para obtener los mejores resultados.

    Quimioterapia

    Tiene distintas indicaciones según el tipo y la extensión del carcinoma. Normalmente se emplea en estadios avanzados, o bien antes de la cirugía para intentar reducir al máximo el tamaño del tumor y facilitar así la operación.

    Radioterapia

    En el cáncer de útero se usa en dos formas: externa y de contacto (también llamada curieterapia o braquiterapia). La braquiterapia tiene por objeto la destrucción del tumor primario, y se emplea principalmente cuando el cáncer no se ha diseminado hacia otros órganos o hacia los ganglios linfáticos. Consiste en colocar unos aplicadores dentro del útero. Este tipo de radiación localizada permite un tratamiento más individualizado y, por ello, más útil, al mismo tiempo que protege a los órganos no afectados por el cáncer frente a la radiación.

    Lo más importante para prevenir el cáncer de cuello de útero es evitar los factores de riesgo anteriormente citados, especialmente la modificación del estilo de vida y del comportamiento sexual. El uso de preservativos es una buena medida profiláctica contra las enfermedades de transmisión sexual y, por tanto, para prevenir la aparición de cáncer de cuello uterino.

    En los últimos años se ha desarrollado una vacuna contra el virus del papiloma humano. Es importante vacunar a las niñas entre los nueve y los 14 años para prevenir la infección antes de que comiencen a tener vida sexual. También se puede poner en mujeres que ya iniciaron relaciones sexuales. Los chequeos rutinarios son:

    indispensables en la prevención, así recomienda el especialista.

    Autor del Articulo

    Ginecólogo-Oncológo