El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres, con aproximadamente 899.000 nuevos casos al año en el mundo. Que se puede prevenir con chequeos rutinarios a partir de los cuarenta y cinco años, existen dos tipos de evaluaciones clínicas; el examen en sangre que se realiza en los laboratorios y el rectal que es realizado por el especialista en urología. Para abordar sobre este tema que afecta en algún momento a la mayoría de hombres en la etapa del adulto mayor se entrevistó al Dr. Alberto Vega Valdez cirujano urólogo de la unidad de urología.
El cáncer de próstata, es una enfermedad común después de los 50 años. Sin embargo, estos mismos síntomas también pueden ocurrir debido a cambios benignos como en el caso de la Hiperplasia Prostática Benigna. Por lo tanto, es importante acudir al urólogo por lo menos 1 vez al año después de los 45 años de edad, para realizar exámenes de rutina, para identificar cualquier cambio prostático cuanto antes.
¿Qué es el cáncer de próstata?
Todo comienza con un crecimiento de células anormales en la próstata, una pequeña glándula del tamaño de una nuez en el sistema reproductivo masculino. Algunos tipos de cáncer de próstata crecen lentamente y se mantienen en la próstata o cerca de esta; sin embargo, otros tipos son agresivos y pueden regarse rápidamente.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de próstata?
Mientras que muchos hombres con cáncer de próstata no tienen síntomas, algunos pacientes si los experimentan.
• La necesidad de orinar a menudo, especialmente de noche.
• Dificultad al comenzar o detener el chorro de orina.
• Un chorro de orina débil o interrumpido.
• No poder orinar.
• Gotear orina al reírse o al toser.
• Dolor o ardor al orinar.
• Sangre en la orina o en el semen.
• Un dolor sordo o rigidez en la espalda baja, las costillas o la parte superior de los muslos.
• Inflamación, debilidad o entumecimiento de las extremidades inferiores.
• Dolor en la región de los testículos.
• Incontinencia urinaria o fecal.
• Debilidad en las piernas.
• Dolor en los huesos.
• Insuficiencia renal.
• La edad.
• La obesidad.
• Un historial familiar de cáncer de próstata.
• Una dieta alta en grasas provenientes de la carne roja.
• Un historial de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
• Cirugía: es el tratamiento más utilizado, ya que se extrae la próstata y si es diagnosticado en una fase temprana, este método puede lograr la cura de la enfermedad.
• Radioterapia: utilizada en los casos en que la cirugía está contraindicada o cuando el paciente no quiere ser operado.
•Hormonas: se utilizan para controlar la producción de hormonas que promueven el desarrollo de la enfermedad.