La Diabetes y la Insuficiencia Renal.

Una de las posibles complicaciones de la diabetes es la enfermedad renal diabética o nefropatía diabética. Aunque la mayoría de las personas con diabetes no sufren alteraciones en la función de los riñones, es un hecho conocido que la diabetes es la causa más frecuente de insuficiencia renal, así comento el especialista en nefrología Dr. Cristhian Cruz Martínez.

La enfermedad renal diabética (nefropatía diabética) tarda años en desarrollarse. En algunas personas diabéticas con el paso de los años pequeñas cantidades de albúmina (una proteína de la sangre) empiezan a pasar a la orina. Esta primera etapa de afectación renal se conoce como microalbuminuria. Durante este periodo las funciones de filtración del riñón generalmente permanecen normales. A medida que la enfermedad progresa pasa más albúmina a la orina. Esta etapa se puede denominar macroalbuminuria o proteinuria. Según va transcurriendo el tiempo y mientras aumenta la cantidad de albúmina en la orina, se suelen deteriorar las funciones de filtración de los riñones, y algunas sustancias como la urea y la creatinina se elevan en la sangre por falta de eliminación en la orina. Mientras progresa el daño renal, frecuentemente aumenta también la presión arterial. Esta hipertensión es a su vez causa de empeoramiento de la función renal, de tal manera que ambos mecanismos, diabetes e hipertensión, se suman en su acción sobre los riñones.

En las personas que desarrollan enfermedad renal el daño rara vez ocurre durante los primeros 10 años de padecer diabetes, y normalmente pasan entre 15 y 25 años antes de que se presente la insuficiencia renal. Las personas que han padecido diabetes durante más de 25 años sin presentar signo alguno de insuficiencia renal corren menos riesgo de presentarla.

¿Podemos prevenir la insuficiencia renal, cuando se es diabético?

De la misma manera que se previenen otras complicaciones relacionadas con la diabetes, un control estricto de la glucosa es el principal factor para evitar la aparición de la nefropatía diabética. Es lo que se denomina “prevención primaria”. Una vez que la lesión renal está instaurada, la prevención secundaria va dirigida al control de la hipertensión arterial, en especial con fármacos que bloqueen el llamado sistema renina-angiotensina-aldosterona, el dietético con disminución de la cantidad de proteínas para “reducir la carga de trabajo a los riñones”, los chequeos de glucosa y creatinina son importante para medir los niveles del paciente.

¿Qué es la diálisis?

  • La diálisis es un proceso por medio del cual se produce un filtrado artificial de la sangre sustituyendo algunas de las funciones del riñón. De esta forma conseguimos eliminar las sustancias tóxicas acumuladas en la sangre y el exceso de líquido cuando los riñones ya no pueden hacerlo. Existen dos tipos de diálisis:
  • • La Hemodiálisis.

    • Diálisis Peritoneal.

  • Diálisis Peritoneal
  • Para este tipo de diálisis la membrana que utilizamos como filtro es natural y se denomina peritoneo. Esta membrana se encuentra recubriendo todas las vísceras y paredes del abdomen y forma la cavidad peritoneal. Para realizarla necesitamos implantar en el abdomen un pequeño tubo blando y flexible llamado catéter. Se coloca por debajo del ombligo mediante de una intervención de cirugía menor con anestesia local, y se mantiene mientras dure la técnica.

    A través de este catéter se introduce el líquido de diálisis en la cavidad peritoneal. Este líquido se mantiene en el abdomen durante varias horas (permanencia). Una vez que ha pasado este tiempo el líquido de diálisis se extrae (drenaje) y se reemplaza por una solución de diálisis nueva (infusión). Este proceso dura unos 20 minutos, se denomina intercambio y se realiza tres o cuatro veces al día. Con esta técnica se consigue la eliminación de sustancias tóxicas y del líquido retenido en exceso en el organismo que pasan al líquido de diálisis a través de la membrana peritoneal durante el tiempo de permanencia.

  • Hemodiálisis
  • Esta técnica se realiza mediante un circuito extracorpóreo a través del cual la sangre del paciente pasa por un filtro que tiene una membrana artificial especial para poder eliminar las toxinas junto con el exceso de líquido. La sangre, una vez limpia de dichas toxinas es devuelta al paciente. Este proceso se realiza mediante la máquina de hemodiálisis.

    Para poder realizar la hemodiálisis necesitamos tener un acceso a la sangre para que ésta pueda pasar en la cantidad necesaria por el filtro de la máquina de diálisis. Las venas normales no son suficientes. El acceso vascular ideal es la fístula arterio-venosa que consiste en la conexión de una arteria y una vena mediante una pequeña operación que se realiza en la muñeca, codo o brazo, con anestesia local y que va a permitir que se desarrollen las venas del brazo para poder puncionarlas sin dificultad.

    La hemodiálisis se realiza habitualmente en centros especializados y es llevada a cabo un equipo de profesionales que atiende al paciente en todo momento. La frecuencia y duración variable en función de las necesidades de cada paciente. Habitualmente es de cuatro horas por sesión y tres sesiones a la semana. Ambas técnicas de diálisis son aplicables al paciente con diabetes.

    Durante la permanencia en diálisis es importante mantener la mayor actividad física e intelectual posibles.

  • Otros cuidados que debe tener el paciente en diálisis:
  • La diálisis no es suficiente para los pacientes. Para sustituir otras funciones de los riñones se dejan medicamentos para bajar la tensión, corregir la anemia, proteger los huesos y la circulación, entre otros. La alimentación es uno de los pilares fundamentales en el tratamiento. Un plan adecuado puede mejorar mucho el estilo y la calidad de vida de los pacientes, así como prevenir las complicaciones propias de la enfermedad.
  • • Prevenir los déficits nutricionales y procurar un buen estado nutricional, aportando suficientes proteínas.

    • Mantener las cifras de glucemia dentro de los parámetros normales.

    • Proporcionar la energía suficiente a través de grasas e hidratos de carbono complejos. Estos últimos deben suponer la base de su alimentación.

    • Coordinar el horario de las comidas con el ejercicio físico, la medicación para la Diabetes y la sesión de diálisis.

    Autor del Articulo

    Nefrólogo-Internista.


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